martes, 5 de junio de 2007

Cinco Soldados


Tomo el soldado el fusil
Sudorosas sus manos
Los pensamientos agitados parecían colapsar
Al frente un cuerpo sostenido en su aliento
En sus ojos una venda ensangrentada
Un silencio profundo
Escuchando del corazón su palpitar

El sueño del niño cumplido
Su uniforme limpio
Su fusil sin manchas
Condecoraciones en su pecho
Y en su mente defender a su país

Apuntaban congelando sus dudas
Pero el dedo no lograba responder
A un costado del cuerpo herido
Las balas resbalaron rompiendo el muro de ladrillos

De los cinco fusileros
Ninguno dio certero golpe
Al lastimado enfrentado al pelotón

Los soldados se miraron
Y la voz ruda del capitán los despertó

Maracos, hijos del infierno
Putos partidarios del horror
Los hombres defienden a la patria
Y obedecen la orden con pasión

Tomo su arma y camino hacia el cuerpo herido
La punta en la cabeza
Y la bala reventó desplomando al pelotón

Esa noche los soldados fusileros
No lograban del mal sueño despertar
De niños tomaron fusiles de maderas
Escondidos por los cerros jugaban a la guerra
Los niños de pueblo hundido
Uniformes de soldados soñaban un día portar
Defender su pueblo de amenazas extranjeras
Dar la vida
Con honores sepultado
Por hazañas en los libros recordados

No pensaron frente a frente
Con fusil en mano, hombres ya soldados
Al amigo del pasado asesinar

Declarada guerra interna
Hermanos contra hermanos
Amigos en partidos divididos
Soldados fusileros
Al vecino de los juegos
Debían con sus armas castigar

Fue después de un 11 de septiembre
Su cabeza vuelve cada noche a reventar
La pistola escupiendo mierda del infierno
Los soldados fusileros
Vieron a su amigo ensangrentado
Medio podrido, mal alimentado
Su cabeza reventar

La guerra no fue un lindo juego
Ese instante perdura cada hora en la memoria
Sus balas jamás tocaron el cuerpo
Pero como soldados
Olvidaron la justicia proclamar

Cada noche cinco abuelos, se sientan en la plaza
Unos días ríen, algunos también lloran
Recuerdan los juegos de la guerra
Y el odio dividido que exploto en su país

No fueron héroes, permanecieron insanos
Quedaron marcados con la sangre de un hermano
Y congelan sus miradas buscando su perdón

Los héroes del pasado
Buscan en sus años el olvido
Unos días ríen, otros se emborrachan
Tendidos en la plaza lloran con razón

Aquel día, cinco fusileros
Entendieron que la guerra es un error
Muertos junto al prisionero
Pagaron de por vida
Escuchando como muere el corazón.

1 comentario:

Lilian Flores Guerra dijo...

Alberto, encontré tu blog en el grupo de escritores chilenos, y bueno, aquí me tienes, leyéndolo con mucho detenimiento.
Me atreví a escribirte este post porque vi el correo que mandaste hoy con este escrito, y ya no quise seguir dándole vueltas al tema de plumita y los garabatos. Creo que expresaste de manera muy radical, pero muy certera, el uso no diré correcto, pero sí con fuerza, ya que aquí no me chocan, me cuadran, pero dejan de ser el tema para ser sólo uno más de los elementos que componen la obra.
Te doy las gracias por compartir tu blog con todos, y te invito humildemente a que visites el mío en www.amandacabot.blogspot.com, aunque ahí te toparás con cosas más cotidianas, y de vez en cuando bien sentidas palabras.
Un gran saludo.