lunes, 2 de abril de 2007

Dios, un angel y yo


En medio del océano, azotado entre las olas
Tempestad
Huracanados vientos
Furiosa lluvia
Resplandecientes rayos
Mi cuerpo agotado y tembloroso
Mis pensamientos entregados a la muerte
Moví mis brazos cargados con el peso de mis faltas
Quise morir
Aplastarme en tierra de por vida
Y ahogarme en los dolores producidos


Eleve mis ojos a Dios con fe perdida
Yo abandone a Dios
Privado a voluntad
Solo, sin argumentos
Casi muerto en el mar de mis acciones

¡Yo olvide a Dios¡
Y maldije la ignorancia de escucharlo en mí vivir
Yo negué a Dios
Aplaste las pláticas eternas
Mi agradecido corazón envuelto en roca se enfrió

¡Yo lo ignore¡
Cruce los limites pactados
Y junto mi desprecio a su presencia
La muerte cobijada en mí vivir

¡Yo te olvide¡, ¿lo recuerdas?
¡Tú nunca me olvidaste ¡
Desesperado muerto mi valor
En el momento que mis brazos se entregaron
Me mandaste una mano
Me enseñaste de tu amor

¿Un ángel?
¿Un salvador?
No me olvidaste
Mi ángel me lo dijo

Escuchaste el clamor que mis labios se negaron
Me escuchaste
Un ángel de ti enamorado
Revivió mi corazón

Me hablo de la ternura
Las verdades
Los sueños y el amor
Tomo mi mano entumecida
Y mostró a mis ojos
Los caminos de mi error

Yo me falle, ¡no fuiste tú¡
Mis pecados se juntaron
Me cegaron
Me amargaron
Y tu ángel me mostró
Los caminos internos
Destruidos, corrompidos y borrados
Ese ángel me salvo

¿Tú lo enviaste?
No necesito tu respuesta
Mi fé ya regreso.




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