Eclesiastes 5: 17-18

Dedicado a la gran familia Tecsana

Debajo del sol
construye el hombre con la fuerza de sus manos
las obras que dirán a su simiente
¡aquí!; ¡estuvo un ser excepcional!
cuando un todo
es mayor que un egoísta sueño
mostrando a muchos ciegos
que ser uno, no es mejor que un gran total.

Serán los hijos de los hijos
los que digan a sus hijos; ¡todo es vanidad!
porque el sabio que miró donde estaba su fortuna
escribió con hermosura, lo que NO era vanidad
levantando obras con la fuerza de sus brazos
creando con sus mentes entre fierros y concretos
negociando con los plazos
reunidos en acuerdos
inyectando los morteros
ductos, cables y un puñado de tableros
curvos fierros perforados y ensamblados
vidrios, fibras y acuarelas
tendidas en tableros de línea digital
fueron parte de un diseño
hasta ser de tangible realidad.

Ejércitos con artísticas virtudes
juntaron elementos dando vida con sus manos
los tiempos señalados que dijo un calculista
entregando al proyectista la visión de un constructor
que junto sus artesanos pagando por sus manos
ordenando las tareas a favor de producir
soldadores, operarios, capataces
eléctricos moldeando con sus pasos la energía
cuadrillas de encargados de avanzar sin lastimar
hombro a hombro con total seguridad
doce horas sin mirar como es el cielo
con sus bombas extrayendo
las aguas que golpean los proyectos
no sirven los pretextos, cuando el lema es avanzar

Construir no es solo un sueldo
construir es enseñar
que debajo de este sol
lo que queda levantado
es lo único de orgullo
que el hombre ha de dejar.