martes, 22 de enero de 2008

Este se larga junto a mi


Sentado en un bar
busque, el porque de mi dolor
encendí un cigarro
pedí un trago
un grupo de muchachas
cantaban junto al hombre que encendía la noche con su voz
estaba solo
envidiando a la pareja acariciándose las manos
al fondo
un cristo penitente colgaba de una cruz
le ofrecí un trago
mostré un cigarro
y se mantuvo inamovible
lo invite a sentarse
parecía ser el único verdaderamente interesado

¿Debo haber cerrado mis ojos?
y anhelar tanto escuchar su voz
que llego, pidió un whiskie
se sentó mirándome a los ojos
golpear su espalda no fue una buena idea
demolida por azotes
mi frágil mano causo un gran sufrir
lo note en el brillo de sus ojos
alcance su mano
y mancho la mía con sangre que aun brotaba
¡tenia ambas manos perforadas!
¡sangrantes!
tuve miedo
su frente con espinas incrustadas
la corona aun marcada
por decir que era el hijo del gran Dios

Tomo mi mano
me dijo ¿Qué pasa?
llevo 40 años caminando junto a ti
¿y hoy te atreves a invitarme?
¿sabes cuantas noches bajaría de esa cruz a tomar con mis hermanos?
sonreír con idioteces
reírme de las burlas que aplauden los pecados
y olvidarme como ellos, como tu
del dolor causado por los hombres
los mismos por quienes vine
por ti, por el, por ellos
los que fueron polvo, los que existen
los que existirán

Tomo una pausa y golpeo la meza
¡otro whisky triple, sin hielo!
¡yo lo pago!
confundiendo a un grupo de borrachos
que aplaudieron sin saber quien era

¿Qué decirle?
lo llame cuando tuve miedo
acompaño mis alegrías
bendijo la comida que mis hijos disfrutaban
tres años caminando en el infierno
perdido en un limbo sin sentido
y esta noche lo tenía mirándome a los ojos
yo sin palabras
un gramo de dolor de ese Dios humanizado
pesaba por todo lo que creí en mi injustamente soportado

¡El es amor!, me dije
recordando cuantas veces me impedí creerle
golpee su vaso con el mió
¡brindo por ti!
y hago publico en este bar
que levantare esa imagen forjada por las manos
destrozada en el camino
este mi amigo no es martirio
es amor

Llevaremos tres cervezas
una tabla llena de comida bien liviana
dos cigarros, algún habano
junto a ti elevare mi copa
para no olvidar que la vida tiene una razón
no hay caminos sin espinas
apartado del sendero demarcado
el sufrimiento esta asegurado

¡Brindo por ti!
dejemos este bar
¿vamos a casa?
no tengo nada que tomar
esta en silencio y llena de dolor
pero hay algo en mi pecho que me dice que se ira
al mismo instante
que vuelvas a mi cuarto
lo se
estoy borracho
pero feliz de que bajaras de tu cruz
que tomáramos un trago
y sonriéramos confundiendo a los presentes
¡mozo la cuenta!
mi amigo y yo nos vamos
este sitio no esta hecho para mi
cuelguen un poema de Neruda
este a quien no miran
se larga junto a mi

4 comentarios:

Carolina dijo...

BELLISIMO!!! !!... me recuerda a mi reencuentro con sus ojos un jueves de hace dos años casi en que le exigí aliviar mi soledad a cambio de luchar contra mi sovervia y mi falta de humildad.

Creo que te haré victima de mi caceria de versos muy pronto


besotes y me alegro de tu nuevo compañero, te aseguro que tienes el mejor amigo que uno puede tener.

Anónimo dijo...

Luis Alberto
Que bien pintaste a Jesus, es nuestro amigo y hermano que demostro que este NO ERA SU REINO ni prometio alegrias y una vida sin problemas ni injusticias.
Un abrazo y un beso
Maria

Anónimo dijo...

Un poema escatológico precioso Luis Alberto; me gustó como "enmarcaste" a ese Jesús como mortal, como amigo.
Una maravilla.
Lili

Anónimo dijo...

¿Queda algo por decir? ¡Dijiste: Todo!! Mario.-