miércoles, 26 de mayo de 2010

Aqui estamos



Hay días
que dios en una esquina golpea la campana
revuelca el paraíso rompiéndote los huesos
y entre cuatro cuerdas
el odio y la venganza azotan a tu cara
¿Por qué lo hará?
dejando sentimientos ardiendo en tus heridas
moviendo con enfado su dedo entre las grietas
logrando que la angustia nuble tu razón
y llegue el corazón a no tener respuesta
¿Por qué lo hará?
o en este extraño juego no participa nadie
y ese que creemos que en todo participa
nos llama a confesarnos
mirando con amor

¿Cómo dices que se llama aquello que te mata?
Fibro ¿qué?
infierno repartido ardiendo en tus murallas
dejándote tendida con ganas de llorar
y en la esquina errada
me lanzas con los platos
¿dónde esta el problema?, ¿cual es la enfermedad?
si en medio de las guerras
no hubiera un egoísta
si en medio de ese todo moviéramos los labios
al son de la desgracia
de cuando caen bombas
directo con mi cuerpo iría sobre ti
me duele no entenderte
me duele no sentir
pero mírame a los ojos
¡no ves!
yo estoy aquí.

Y dios en la otra esquina
nos llama a comprendernos
sus manos nos distancian en busca de un acuerdo
que cuando llegue eso llamado fibromialgia
soportes el dolor, sin lastimar mis manos
tu sientes, yo no veo
¿tu sabes cuanto sufro?
sin gotas de egoísmos luchemos esta guerra
y ambos comprendamos
la esquina que nos toca
y al son de la desgracia, de cuando caen bombas
directo nuestros brazos irán hacia nosotros
mirando sin los ojos, la causa del dolor
diciendo, sin decirlo
aquí
estamos tu y yo.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si tuviera que describir mi dolor con letras, escogería muchas de tus frases...cuesta entender cómo se siente, porque el dolor no se ve y no hay forma de poder explicarlo. Pero tú gracias a Dios, tienes varias amigas FM que intentan con sus lamentos o silencios explicarte para que escribas, para que nos escribas, para que nos cures con tus letras...pero, no esperamos más que eso, nada más que el bálsamo de tus letras...

Silencio dijo...

Te compartí en mi blog de FM, quiero que todas las personas que se sienten como yo sepan de ti.
Un besazo,

Esther