Un oceano llamado poesia

Despliega con su lápiz la vela de la barca que lo lleva
sobre un amplio mar llamado sentimientos
el poeta mar adentro busca inspiración
océanos envuelven emociones
pequeñas cruces, amplias heridas
el gozo dispersado buscando una morada
mientras el odio con púas infectadas
se interna en busca de cobijo injertando su infección

Sobre un mar que contiene su alimento
despliega redes
inserta lienzas plagadas de afiladas criaturas
clavando en ese anzuelo
la carnada es su sentir
peces de amargura
algas de verdad
cangrejos que penetran con sus garras las muñecas
y un puñado de criaturas que sus ojos no comprenden
en la barca que es su alma
observa lo obtenido
devolviendo aquello que no tenga un buen sentido
recolecta lo que muestre como es el
así el poeta marinero
se desplaza mar a adentro
en busca de alimento con nutrientes
a la deriva en abandono sumergido en soledad
ingresa a su mundo de emociones
un conjunto de cristalinas aguas controlan su destino
ve mutantes que saludan con hilos de agua a compresión
y lee aquellos versos que nutrieron su interior

Versos de grandes pescadores que atraparon las palabras
injertadas con semillas extraídas de su cielo
la elevan hasta Dios
suena cada sentimiento atrapado por sus redes
acoplados cada uno en completa perfección
melodiosos versos
capturados sentimientos
quien los lee
piensa que ha escuchado a Dios

Medianos pescadores se dejan envolver por remolinos
capturan en su redes peces imperfectos
componiendo pobres versos idolatras de orgullo sin sentido
marineros de pequeñas travesuras
pisan suelo temerosos de la altura
versos opacados por neblinas
oscuros versos
lejanos sentimientos
quien los lee
escucha solo letras retumbando sin sabor

Pequeños pescadores abducidos por las olas
llorando amores inconclusos
desparraman odio temiendo contemplar
su reflejo de pobres sentimientos
compuestos en las gotas de su mar

Mientras el poeta marinero
no se cansa de mirar la madrugada
con fe perdida en sus deseos apila redes y se interna en lo profundo de sus aguas
oye musas cantándole poemas
ve al sol dibujando con violines notas que las aves tocan con sus alas
versos mar adentro
invitándole a remar algo más lejos
recitando lo obtenido con sus redes como un juego en su memoria
toca con la planta de sus pies
candentes ríos subterráneos uniendo continentes
oscuros laberintos donde crece aquello que jamás se ha mostrado
superficies frías
oscuridad latente
cielo reventándose de estrellas
alimento gritando que lo atrape
volcando su sentir a un paso del silencio
recita el marinero esos versos
que sus manos contienen en los dedos
pero escritos fueron en los cielos
privadas las palabras se les niega capturar

Vida estrellándose en su pecho
ansiando que sus fuerzas vallan mar adentro
la pasión del reto excitando sus impulsos
a olvidado
que el mar de sentimientos es mas extenso que su hoy
no sabe todo
no comprende nada
Navegante en torbellinos sacudiendo su entender
desparrama redes, inserta anzuelos
y cada sentimiento se resbala por sus manos
destripado con locura va en busca del sonido
de ese verso retumbando en sus oídos
profundo
melódico
cierto
lanza de letras incrustándose en los pechos
voz de Dios respondiendo a los clamores
desgarrando el sentimiento de los ojos que lo tocan
oyendo letras jugando en sintonía
letras
que un marino extrajo de su mar
y al querer hacerlas suyas
les dio eternidad.