martes, 4 de marzo de 2008

Dios


Fui y deje de ser
entregue
dobladas mis rodillas
clame y agradecí
hable con el
buscando lecciones razones y valor
mi mundo era el
haciendo de mi vida
también su voluntad
de pronto
como un hijo que no entiende a su papa
cuestione todo
y en silencio
se aparto sin murmurar

El mundo ofreció completar mi educación
con orgullo desmedido
valore solo mi ser
confundí el amor
el dinero con pobreza se mezclo
el prestigio mato mi compasión
perdido
en razones que se compra en las esquinas
más vacío, más dolido
mí rostro lastimado
una imagen sumergida en el pecado
y las ganas contenidas que no sanaron un dolor

El mundo entrega y se lleva lo esencial
una tormenta no destruye una morada
una cama llena de frazadas
no soporta un crudo invierno
llenar las arcas con dinero
no aparta la pobreza
un beso en la mejilla
con caricias que se compran
no da luz a un tibio sol
rodeado de personas
también existe soledad

Ahogado en las heridas
volví a doblar a fuerza las rodillas
fuerte sin nutrientes
¡maldito orgullo!
se llevo mi humanidad
la misma que dio gracias por vivir
cubriendo mi cuarto de la lluvia
y recibir sin pagar nada
un beso que acelero mi respirar

Dios
¿Cuántas veces me llamaste?
lagrimas heridas con tus manos
se fueron de mí ser
y yo
luchando la batalla equivocada

¿Qué hago?
las luces brillantes encandilan
aun los ojos abiertos engañan el mirar
los hombres no saben todo
el todo
también es nada

Una caricia equivocada
ensucia el alma y no llena el corazón
dos motivos no dan una razón
y un beso con amor
no se encuentra bajo las piedras


¿Una vida acaudalada?
¿o una vida con valor?
hoy lo entiendo
doce rosas no sanan a un enfermo
mil sabios no dominan un saber
un gramo de confianza
un corazón en sintonía
valorar y amar la vida
dar, entregar y perdonar
elevarse sin sacar los pies del suelo
llenarse los bolsillos de valores importantes
saber quien era antes
y cambiar por un después
volver a ser el niño
que escuchaba tus palabras
con mas fe
sin más razón
encontrando en este mundo
el amor
que mi orgullo
congelo

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