Quisiera que el título me perteneciera pero son de mi amiga Paola Vidal, me perecieron extrañas hasta que comprendí porque las escribió, al igual que ella, mis muertos fueron muriendo después de morir, y de seguro a los de millones que les sucedió lo mismo, y a millares más que les sucederá. ¡Dejemos algo para los que vendrán!
Mis muertos fueron muriendo
después de morir
cerraron sus ojos y con ellos
puñados de historias cortadas para siempre
la herencia de sus sueños
se apagó con su mirada
los pasos de su vida
se borraron de las playas
mis muertos no dejaron recuerdos de su alma
¿Quien de ellos escribió versos?
¿cual de ellos contemplo con la mirada el mismo cielo?
cual de todos empuñó entre sus dedos las palabras
y conquisto la cima
librando ensangrentados sus batallas
mis muertos
dejaron en el viento dispersas sus hazañas
no veo en el espejo de quien soy el reflejo
no se si mis abuelos inventaron algún cuento
o si aquel doliente navegante
que cruzó los mares
para hacer en esta tierra un nuevo puerto
lloró desconsolado cuando vio que sus cenizas
quedarían para siempre
lejos de sus muertos
Mis muertos murieron
Mis muertos murieron
y
te ruego
¡no me dejes morir después de muerto!
¡no me dejes morir después de muerto!
construye
mi epitafio
siembra
mis historias
y
dispersalas en el viento
quizás mañana un niño
emprenda
son sus alas
un
vuelo contra el viento
y
alguien le pregunte
¿de
donde sacaste tanto esfuerzo?
con
lagrimas en los ojos
sacando
de sus bolsillos historias que viajaron en el tiempo
dirá
mi
alma no se doblega, ¡así hicieron mis abuelos!
Mi
muerte, solo sera un paso
para
vivir en las vidas
de
quienes leyeron mis cuadernos
mi
carne depositada volverá a la tierra
como
dice el mandamiento
pero
quienes somos, de que estamos hechos
sera
la herencia
para
quienes
busquen mirándose al espejo
las huellas que dejamos
para no morir
después de muertos.
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