A pocas horas de cerrar nuevas etapas, de concluir en lo bueno y lo no tanto, a sopesar las desgracias y alegrías, de comprender cuanto he avanzado y cuanta energía necesito para concretar mis anhelos, sabiendo que no importaron cuantas puertas se cerraron o cuantas manos dejaron de creer, a pesar de todo comprendí, que el arquitecto de mis sueños esta en mi interior, y después de cada paso, quedo la experiencia necesaria para no volver a equivocarse.
Los años no se detendrán, y así como estoy a un paso de los 43, también estoy a un paso de mis sueños y ese es el mejor regalo que pude entregarme después de tantas batallas.
A mis amigos infinitas gracias, a los que no, gracias por ser fuente de aprendizaje. Y a mi familia un corazón dispuesto a dar lo mejor de mí, porque cada día son la razón por la cual me levanto sabiendo que conquistare el mundo.
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